Si tenés escoliosis, sabés que el mundo para vos es mucho más asimétrico que para la mayoría.
Tu cuerpo genera compensaciones todo el tiempo y es probable que sientas alguna molestia o incluso dolores, principalmente en la región lumbar y en las dorsales (Es muy común el «cangrejo» que gusta de instalarse entre el omóplato y la columna

). Hombros y cuello no tardan en sumarse al equipo y en algún momento sentís cómo si estuvieras cargando una mochila pesada siempre del mismo lado.

Es posible también que tengas fatiga muscular, problemas de equilibrio y además, que todo esto haya afectado tu autoestima.

Por eso, en este Taller nos vamos a proponer redescubrir nuestra escoliosis cambiando la mirada.

Vamos a entrar de lleno a contactar con nuestra forma real y no con la esperada. Vamos a sumergirnos en lo que el cuerpo nos pide y luego, tal vez, pedirle permiso para buscar nuevas maneras de movernos, de estar y de plantear nuestro esquema corporal en lo cotidiano.